—Buen día doctor.
—Buen día, dígame licenciado.
—Disculpe, licenciado. Siempre me confundo, no entiendo bien
eso de los abogados doctores, los doctores médicos y los psicólogos
licenciados.
—Bueno, ese es un tema de títulos nomás, en realidad los
únicos doctores son los médicos, nosotros los psicólogos somos licenciados y
los abogados son… chantas, nada más. ¿Ud. no es abogado no?
—No doctor…
—Licenciado.
—No, tampoco.
—Lo que intento es decirle que me llame licenciado.