Cuando me siento mal cambio BRONCA por BRANCA y todo pasa a ser un problema gramatical.

miércoles, 25 de enero de 2012

Breve historia de un desengaño.

Todo comenzó la mañana en que la vio acercarse por la vereda meciendo su cintura al ritmo de los ojos inquisitivos de los caminantes que venían tras ella hipnotizados; creyó que jamás volvería a dormir en paz si no lo hacía enredado en sus lacios cabellos color leche y miel.
Más tarde, gracias a la marca personal que comenzó a practicarle desde la mañana, vio como almorzaba mientras leía su libro (le resultó obvio que ella no era de las que leían revistas de moda, por lo que supo que era un libro), se le estremeció hasta el alma mientras su imaginación volaba 40 años hacia el futuro y se vio envejeciendo junto a ella, leyéndose juntos en las mecedoras frente al fogón de la sala de estar: era perfecto, tal como lo había soñado.
Cuando ya el ocaso de aquel día de revelaciones era inevitable, la buscó en facebook para seguir viéndola, creyó no poder conciliar el sueño si no lo hacía. Leyó sus actualizaciones de estado:


          "en lo d la kmi mi mejor cmiendo hmbgss y tmando koca cero.xD"
          "en el bar del work lyndo "gente" y sperando la mixta..dsps:gym..."


Recordó que el amor a primera vista no existe. Se vio víctima de la feniltelamina y demás hormonas que participan en la excitación. Entonces todo terminó, incluso más rápido de lo que había comenzado.

miércoles, 18 de enero de 2012

Historias ínfimas - La vida en Samuel


Samuel era el nombre del primer vagabundo que llegó a la vertiente. A decir verdad la vertiente no era gran cosa, solo unos tantos litros por día de agua algo turbia, pero era mucho más de lo que Samuel y los que después llegaron tenían.
Creo que fue por unanimidad que se fundó el pueblo bajo el nombre de aquel primer iluminado - por así llamarle -, y fue la fiesta fundacional más deprimente a la que todos los allí presentes habían asistido: Pocas palabras de un fundador ya agonizante, víctima de una terrible intoxicación con plomo (tal vez proveniente de la vertiente), y un brindis con esa agua casi oscura en la que flotaban diminutas - o al menos pequeñas - partículas negras que de a poco se iban acomodando en el fondo del baso plástico de Mc Donals (más tarde descubrimos que la forma de evitar que se vieran las partículas era brindar a fondo blanco, para no darles tiempo a acomodarse).