Cuando me siento mal cambio BRONCA por BRANCA y todo pasa a ser un problema gramatical.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Ella durmiente

Veo sin mirar tus labios cada vez que cierro estos ojos que no cierran, que no apagan, que no dejan de atormentarme con imágenes, excepto cuando veo, sin mirar, tus labios.
Respiro. Respiro el perfume, respiro el aire que tus labios exhalan. El aire. El perfume de tu aire. Y mi piel se pone como de gallina y siento, siento el perfume.
Me acerco, trato de rozarlos como quien siente la necesidad irrefrenable de tocar algo que sabe caliente. Sé que me quemarán, igual intento tocarlos con mis labios.
Pero es sabido que no puedo, siquiera rozarlos, siquiera con los dedos.
Me retiro, hago uso del único sentido en el cual confió ciegamente: mis ojos. Sí, paradójicamente, contradictoriamente, confió ciegamente en ellos.